Oh My God!

Supernatural S05E01- Symphaty of the Devil. Spoilers a saco.

Después del maratón que me di este verano con las cuatro temporadas de la serie, el de Supernatural era uno de los regresos que esperaba con más ganas. Y según la costumbre, cada nueva temporada de Supernatural elevaba de forma muy superior la calidad de la serie, en su primera temporada era una buena serie para pasar el rato, en la cuarta ya se había forjado una historia de lo más épica que haya visto en televisión, la mitología de la serie no solo aportaba monstruos curiosos si no que se elevaba a lo más alto de las leyendas del cielo y el infierno, introduciendo en la historia una cantidad de nuevos personajes impresionantes, no por el número, si no más bien por la escala de poderes vista hasta ese momento en la serie. Ahora ya no eran un demonio, que si un hombre-lobo y demás seres malignos que servían de rival para el capítulo auto-conclusivo de turno. En la cuarta temporada nos presentaban a los Ángeles, y como contrapartida a Lucifer.

 

Con lo cuál poco a poco la serie pasó de ser una serie divertida sin más, en la que dos humanos cazaban a alguna bestia procedente de la oscuridad, que les ponía las cosas difíciles hasta que descubrían su punto débil y lo mataban, ha ser ahora una batalla épica en la que nuestros protagonistas no parecen estar a la altura, ya que el poder que exhiben los Ángeles, Arcángeles protectores de un mesías ahí es nada, y por último una horda de demonios tan poderosos casi como los propios ángeles, que consiguen traer de vuelta a Lucifer, es decir pasamos de tener que ver como los Winchester mataban a unos cuantos vampiros, a ver que uno de ellos es engañado y utilizado para traer el Apocalípsis. Y lo mejor de la serie, es que ese grandísimo cambio en la escala de poderes de la serie, y el cambio de un tono familiar a un tono muchísimo más oscuro, se ha producido de una forma grandiosa. Grandiosa por que por como han ido los episodios y poco a poco todo se complicaba, daba la sensación de que era inevitable llegar a este punto de la historia. Grandioso ha sido la evolución, por que de paso a servido para demostrar que por muy protagonistas que los Winchester sean, son al final unos humanos que a priori no pueden hacer nada contra ninguna de estas dos terribles fuerzas. Vale que Sam es medio demonio, y que Dean es la espada del ángel Miguel, pero aún así, su parte humana los muestra ante el espectador como dos de los seres más vulnerables ahora mismo de los que pululan por la serie. Esta claro que acabarán consiguiendo elevar su poder, pero no sin pasar antes por mil y una dificultades, aportando así realismo al show, y por realismo me refiero en cuanto al tratamiento de los personajes, es decir, dudo mucho que veamos que de repente por que sí, en dos capítulos los Winchester ya son la polla y esos solos se cargan a todos. No, lo que nos espera es una evolución llena de sorpresas que elevaran a los protagonistas a la altura de sus adversarios, y esa evolución será lógica dentro del universo de la serie.

En esta magnífica premier, ya nos han dado trazos suficientes para dibujar lo que será la trama por la que se mueva la temporada. Los tres bandos quedan cada vez más separados unos de otros. Empecemos por Lucifer, después de su alzamiento necesita un recipiente como cualquier otro ángel, y lo que hemos visto hasta ahora de Lucifer, no decepciona, todavía sin recipiente no ha podido hacer nada, pero hemos disfrutado de su poder de convicción, hemos podido ver como Lucifer pasa de ser el mayor ente demoníaco pero sin poder al no tener un recipiente, a conseguirlo. Es curioso que lo primero que hemos visto de Lucifer ha sido debilidad, dependencia, ya que por muy poderoso que sea, necesita el permiso, la sumisión de un humano, para tener poder en la Tierra. Lo que para empezar nos enseña que Lucifer es uno de los personajes más poderosos de la serie, pero que como todos tiene sus puntos débiles, y tiene que cumplir ciertas normas para poder ejercer toda su fuerza. De manera que en este primer capítulo de la temporada, si bien el miedo que causa Lucifer sigue patente, han sabido arreglárselas para que cuando Lucifer sea derrotado, se vea como un acto más o menos posible dentro del universo tan bien construido que tiene la serie.

Y el punto más importante del capítulo no se ha tomado muchos minutos, por que tampoco lo necesitaba. Todo esto empieza cuando Dean y Sam pasan de estar a punto de estallar con el alzamiento de Lucifer, ha estar sentados en un avión, el primer instinto de los personajes y del espectador es pensar en los ángeles, pero este tema no les preocupa mucho hasta el momento clave. Cuando se encuentran con Zacharías este revela que los ángeles no han sido, con lo cuál, quien más podría? Aquí es cuando entra en escena Castiel, que al principio del capítulo sirve como punto dramático para darnos cuanta de lo mal que esta la situación, tanto por los Demonios como por la parte traidora angelical. Pero luego al verle resucitar, Castiel sirve como insinuación de lo que esta pasando. No se dice con palabras, pero queda completamente claro lo que esta pasando, God is back in business. Con lo cuál ya se empiezan a nivelar los bandos. Por un lado tenemos a Lucifer y su fiel horda de seguidores demoníacos, por otro lado tenemos a los Ángeles, un ejercito de cuidado, pero que necesitan a Dean para que su ente más poderoso pueda participar en la batalla. Y entre medias de estos dos bandos, se encontraban hasta el momento Sam y Dean Winchester, estaban entre la espada y la pared, y salir vivos de esta se estaba poniendo ya casi imposible, hasta que tienen de su lado, a nada más y nada menos que a Dios, yo creo que esto nivela un poco las cosas entre los tres bandos, verdad?

La quinta temporada, en una palabra, tiene pinta de ser épica, los personajes más poderosos del universo se enfrentan unos contra otros, y encima Sam cargará durante todo el viaje con una carga grandísima por que, en última instancia la culpa de todo es suya. O eso cree Dean que ya no confía en su hermano, y desde luego no le culpo. Pero tanta culpa tiene Sam? Al final es engañado sí, por un demonio, pero usando artes humanas. Es decir la parte que ha causado parte del marrón, no es ni mucho menos como piensan Dean y Bobby, su parte demoníaca. Lo que causa todo el lío es la parte más humana de Sam. De hecho la parte más masculina de Sam, por que quieras que no, al final todo se reduce a que pensó con la polla. Por que tendría muy buenas intenciones, pero el hecho es que no hizo realmente caso a Ruby hasta que la tuvo en su cama. Bueno vale, Sam tiene una culpa grandísima de todo lo que ha pasado, pero en ningún momento lo hizo intencionadamente, creía que el estaba salvándolo todo, y vale que le advirtieron, pero un error humano hace que se ciegue hasta no ver lo evidente. A todo esto debo decir, que yo estaba del lado de Sam, casi, casi, hasta el final de la cuarta temporada. Nos engañaron a los dos.

Pues creo que ya no me queda mucho por comentar de este primer episodio, que cumple del todo con su función, primero da indicios de por donde van a ir las cosas esta temporada, y luego te deja con unas ganas grandísimas de disfrutar de otro capítulo. La serie se ha vuelto oscura, seria, pero nos ha regalado risas con la escena de la groupie de Sam, es decir ha mejorado la parte seria de la serie, pero los momentos cómicos que tan buena la hicieron siguen ahí, y lo mejor, no desentonan. Promete ser un cierre, si la dejan cerrar ya, claro, espectacular de esta pedazo de serie.