No se me vuelve a pasar por la cabeza pestañear

Doctor Who S03E10

No estoy seguro, pero es posible que el texto contenga spoilers del capítulo s03e10 de Doctor Who, por si acaso, avisados quedáis.

Es este uno de esos capítulos que por sí solos justifican la existencia de una serie. De hecho, de tener que recomendarle a un amigo esta serie, simplemente le diría que viese este capítulo. Por que no solo es el mejor capítulo que he visto hasta ahora de Doctor Who, es también el que mejor explota todos los elementos que caracterizan al original show inglés, y el que mejor los mezcla. El espíritu aventurero que siempre impregna a la serie, esta aquí también muy presente, desde el principio del episodio, donde la protagonista del mismo se cuela en una casa antigua y empieza a husmear los escritos de las paredes. Normalmente, la compañera del Doctor es la que sirve de conexión entre el espectador y la serie, aquí ese papel lo tiene una joven normal y corriente, que simplemente entra en una vieja casa abandonada por la atracción que siente hacía las antigüedades, y no solo cumple con uno de los objetivos principales de las compañeras del Doctor, si no que encima consigue generar ese lazo con muchísima más intensidad, al fin y al cabo, llega un momento en que las compañeras del Doctor ya se esperan vivir alocadas aventuras, de hecho esto es así casi desde el principio. Pero esta vez, la protagonista se va quedando perpleja al mismo tiempo que nosotros, desde el principio es un viaje en el que agarramos la mano de Sally Sparrow y no la soltamos hasta el final. Con lo cual es la mejor conexión serie-espectador que he podido disfrutar durante mi viaje abordo de la TARDIS. Y evidentemente, eso es posible por que nunca me había sentido tan identificado con un personaje en esta serie hasta ver este maravilloso “Blink”.

La forma en la que se introduce otro de los aspectos más importantes de la serie, como son los viajes en el tiempo, es también perfecta y a la vez sencilla (otra de las características clave de la serie). Primero Sally recibe una carta de su amiga contándole lo ocurrido, ante la cual, nuestra protagonista reacciona con una incredulidad total(factor identificación y conexión con el personaje relucen en este punto, yo haría lo mismo), pero al final no le queda otra que acabar creyendo. De ahí a obtener la lista de los DVDs en los que aparece nuestro querido Doctor, para finalmente ver como al policía que acababa de conocer le pasa exactamente lo mismo que a su amiga. Por lo tanto, tenemos ya la mejor conexión creada jamás con un personaje de Doctor Who, personaje que además me ha encantado, de hecho quitando al Doctor, es el para mi el mejor personaje que ha pasado por la serie. Y tenemos el elemento más importante de la serie(viajes espacio-temporales) introducido de una forma perfecta en el episodio.

Ya solo nos falta un enemigo malvado y original para completar las claves que hacen que Doctor Who sea tan grande, y este episodio tiene a los enemigos más interesantes, pero claro, estos elementos, aislados servirían para poco más que nada. Lo que hace a este episodio ser el mejor, es contar con una mezcla perfecta entre ellos. Es verdad que ha este episodio le falta una de las grandes claves de la serie, que es la carismática presencia del Doctor(que aparece, pero en dosis pequeñas), pero sinceramente no se le hecha de menos en ningún momento, lo cuál tiene todavía más mérito, ya que en este episodio el protagonista pasa a funcionar más bien como secundario, y la serie no se resiente en absoluto, al contrario, nos da uno de los mejores capítulos de la serie. Y todo esto tengo que agradecérselo al grandísimo Steven Moffat que ya había escritos mis episodios favoritos del Doctor, los grandísimos “The Empty Child” y “The Doctor Dances” en la primera temporada, el maravilloso “The Girl in the Fireplace” de la segunda, y ahora me quito el sombreo ante la genialidad que lleva por nombre “Blink”.

Como comentaba antes, los enemigos están a la altura del capítulo, de hecho son uno de los factores más importantes, ya que son sin duda alguna los enemigos más interesantes de la serie, o por lo menos, los mejor usados. Llegan a crear una sensación de angustia y de peligro, que no me imaginaba ver en esta serie. De hecho son los enemigos más elegantes y creíbles de la serie, y en parte es por que en realidad no les vemos moverse. El resto de enemigos que han pasado por la serie, son magníficos también, pero no puedo evitar tomármelos un poco en broma, lo que no le quita un ápice de calidad a la serie, en parte lo divertidos que me llegan a resultar algunos son un punto fuerte de esta. Pero en este capítulo, los enemigos y la trama se vuelven mucho más escalofriantes que nunca, lo que da como resultado un episodio excepcional. Y he de decir que en este episodio es donde más me he puesto en situación, no se me ocurrió parpadear hasta comprobar que una vez más, el Doctor acaba con el peligro.

Resumiendo, si la serie ya me encantaba, este capítulo consigue elevarla un escalón más en las escaleras de la calidad. Creo que ya ha quedado bastante claro que es mi episodio favorito de lo que llevo de Doctor Who, y espero que se halla entendido el porque. Como la serie siga creciendo, va a llegar demasiado lejos, en parte ya lo ha hecho, cuando comencé mi viaje espacio-temporal, nunca imaginé que la serie me pudiera ofrecer capítulazos de este nivel.

PD: Quiero la camiseta!!!